ELISKA
Con el lustrabotas:
- Viejardos los timbos (zapatos), ¿no?
- Sí, ¿cómo lo sabe?
- Le estoy lustrando las uñas.

Un comerciante se lamentaba ante un vecino:
- ¡No sé qué voy a hacer!
¡Voy derecho a la quiebra porque estoy lleno de deudas!-
¿En cuánto estima sus deudas?
- ¿Estimarlas? ¡Las odio, las odio!

Un cordobés manda un fax desde Buenos Aires a la Docta advirtiendo a su amigo:
¨Perdí el tren, salgo mañana a la misma hora¨.
El amigo le contesta:
¨Macho, no salgái a la misma hora que te lo vai a volver a perder¨.

COMO MANTENER UN BUEN MATRIMONIO
Eran una pareja de ancianos que habían cumplido 60 años de matrimonio.
Durante todo ese tiempo habían compartido todo, desarrollado un profundo y constante diálogo y no guardado secretos al otro.
Él era un hábil artesano que fabricaba juguetes de madera.
Lo único que no compartían era una caja de zapatos que el viejito tenia en el fondo de su placard y le había pedido a su esposa que nunca la abriera ni preguntara sobre su contenido.
Durante todos esos años de convivencia ella no pensó en la caja, pero un día el anciano se enfermó gravemente y el doctor les informó que ya no se curaría.
La viejita tratando de arreglar todas las cosas de su esposo antes de que muriera, encontró la caja de zapatos y se la llevó a él a su cama.
El anciano le dijo que había llegado el momento que supiera lo que había dentro...
Cuando la viejita la abrió encontró dos pequeñas muñecas talladas en madera y 96.300 dólares. Sorprendida e intrigada, le preguntó a su esposo sobre el contenido de la caja y él le respondió:
- Cuando nos casamos, mi padre me dijo que el secreto de un buen matrimonio era nunca discutir y que cada vez que sintiera que me empezaba a enojar contigo, me contuviera en silencio, fuera a mi taller y tallara una muñequita.
La viejita, emocionada, tuvo que reprimir sus lágrimas frente al hecho que había sólo dos muñecas en la caja, lo cual significaba que sólo se había enojado con ella dos veces en 60 años de amor y entendimiento.
Conmovida, le dijo dulcemente:
- Mi amado esposo y compañero, entiendo lo de las muñecas, pero ¿de dónde salió semejante cantidad de dinero? - Ah -le dijo el viejito- ese dinero es el producto de la venta de todas las muñecas que vendí durante los últimos 60 años.
Plegaria que debemos repetir cada noche los esposos:
"Dios te pido... SABIDURÍA para entender a mi mujer, AMOR para perdonarla, y PACIENCIA frente a sus estados de animo cambiantes, porque si te pido que me des FUERZA seguro que la ahorco ya que no se tallar muñequitas de madera. Amén"